Murcia lidera el mayor proyecto interregional de ciencias marinas

La Dirección General de Universidades e Investigación coordina una iniciativa nacional que implica a siete comunidades autónomas para desarrollar una estrategia de economía azul sostenible

Centrado en el gran arco mediterráneo que pone frontera a la península Ibérica con el mar, casi a medio camino entre Tarifa y Portbou, se encuentran las costas de la Región de Murcia. Desde esta atalaya mirando al piélago se lidera un ambicioso proyecto nacional de investigación e innovación sobre aprovechamiento de la denominada economía azul. Este concepto alude a los inmensos bienes que nos procura el océano, y que precisa de una estrategia sostenible que garantice su futuro. Solo en 2019, la economía azul contribuyó al valor añadido bruto nacional español con más de 30.400 millones de euros y mantuvo más de 830.000 puestos de trabajo.

El Thinkinazul, como se denomina la iniciativa que implica a la Administración central y a siete autonómicas, y está cofinanciada por Europa, «pretende impulsar una red de investigación, innovación y transferencia de conocimiento sobre el medio marino y litoral en España», concretan sus artífices, con vistas a proteger «los ecosistemas marinos frente al cambio climático y la contaminación y abordando los retos de la acuicultura, la pesca y el turismo sostenibles».

Siete autonomías

Se trata del mayor proyecto de colaboración nacional en ciencias marinas con implicación de las comunidades autónomas acometido hasta el momento, tanto por el importe que se le dedica como «por ambición». Y lo lidera la Región de Murcia, en concreto a través de la Dirección General de Universidades e Investigación. Las regiones implicadas son, además de la nuestra, Galicia, Cantabria, Andalucía, Canarias, Baleares y la Comunidad Valenciana.

Afinando más, los trabajos que implican este plan se sustancian en tres ámbitos. Uno de monitorización del medio marino, otro de acuicultura y el tercero centrado directamente en la economía azul. En el primero, al que en el proyecto se denomina de «observación y monitorización del medio marino y litoral», las tareas se centran en la vigilancia del mar para luchar contra el cambio climático, para lo que se ha previsto la creación de «plataformas y estrategias de observación, utilizando nuevas tecnologías para la monitorización y toma de datos y fortaleciendo la resiliencia del ecosistema marino».

Claves

  • Coordinación La Región de Murcia encabeza el plan, en el que también están implicadas Galicia, Cantabria, Andalucía, Canarias, Baleares y la Comunidad Valenciana.
  • Investigación El objetivo es impulsar una red de investigación, innovación y transferencia de conocimiento sobre el medio marino y litoral español.
  • Protección Se busca proteger los ecosistemas marinos frente al cambio climático y la contaminación y abordando los retos de la acuicultura, la pesca y el turismo sostenibles.

En el segundo, sobre «acuicultura sostenible, inteligente y de precisión», el propósito es «lograr una acuicultura y pesca más inteligente y precisa, adaptándola tecnológicamente al cambio climático y a su mitigación, mejorando y monitorizando los cultivos y realizando un estudio íntegro de las especies cultivables más convenientes».

Y finalmente, en el tercer ámbito, dedicado específicamente a la obtención de «innovación y oportunidades», se trata de «impulsar de forma sostenible la economía azul a través de la innovación y la localización de oportunidades, especialmente en áreas como el transporte y el turismo marítimo con la participación y colaboración entre los distintos agentes sociales, educativos y económicos».

La economía azul supone en España una aportación a su valor añadido bruto de 30.400 millones de euros y genera 830.000 empleos

Thinkinazul es, sintetizan sus desarrolladores, «una estrategia conjunta de investigación e innovación en ciencias marinas para abordar de forma sostenible los nuevos desafíos en la monitorización y observación marino-marítimas, el cambio climático, la acuicultura y otros sectores de la economía azul».

El proyecto cuenta con una dotación inicial de 53,7 millones de euros, de los que el Ministerio de Ciencia e Innovación aporta 37,2 millones. Parte de la financiación procede de los fondos de recuperación tras el embate de la pandemia Next Generation, de la Unión Europea. En el caso de la Región de Murcia, como coordinadora del plan, el presupuesto con el que cuenta asciende a diez millones de euros, de los que el 40% procede de la Comunidad Autónoma y el 60% del Ministerio.

«Se trata de la mayor inversión en investigación en innovación en el área de Ciencias Marinas en nuestra Región», afirma el consejero de Medio Ambiente, Mar Menor, Universidades e Investigación, Juan María Vázquez Rojas. La aportación de la Región se centra en dos pilares, resume.

Trabajo en un buque del IEO-CSIC.
Trabajo en un buque del IEO-CSIC. Elena Barcala / IEO-CSIC

El primero se refiere a lo que denomina «relevancia estratégica», en la que se encuadran «la barrera biogeográfica en Cabo de Palos para la monitorización de la entrada y anticipación de especies invasoras procedentes del Atlántico, el acceso a fondos abisales, la red de reservas marinas consolidadas con experiencia en la participación de proyectos europeos, una de las lagunas costeras más singulares del Mediterráneo y la importancia del sector tecnológico naval».

Las tres universidades

El otro pilar alude al «importante ecosistema regional de I+D+i en ciencias marinas». Aquí cita el «consorcio que reúne a las tres universidades de la Región (UMU, UPCT y UCAM), e instituciones de ámbito estatal y regional como el Instituto Español de Oceanografía (IEO), el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (Cebas), el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida), y el Centro Tecnológico Naval y del Mar (CTN)». Estas siente entidades son las beneficiarias del proyecto en la Región de Murcia. Entre todas suman los 125 investigadores implicados directamente.

Estas infraestructuras científico-técnicas se completan con otras más de carácter singular y también de escala nacional que explican algo más el liderazgo de la Región en este ámbito, más allá de su magnífica ubicación marina. Aquí se encuentran, por ejemplo, un complejo clave de cultivo de atún rojo en Mazarrón (ICAR) y un laboratorio marino de primera línea en San Pedro del Pinatar, ambas del Instituto Español de Oceanografía, parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La Fundación Séneca es la encargada en este plan de asumir la dirección y la gestión administrativa de las actuaciones y tareas en manos de la Comunidad Autónoma. Su responsabilidad también incluye «la coordinación general de los flujos de información a facilitar por las entidades y centros de investigación beneficiarias de los fondos para el desarrollo en la Región de Murcia de las tareas y actividades del plan complementario», explican desde esta entidad que funciona como Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia.

El plan cuenta con un portal en internet (Thinkinazul.es) que ha sido premiado en la última edición del certamen de publicidad social Publifestival, que ha tenido lugar este mismo mes en el centro Caixaforum, en Madrid.

Una inversión de 18,6 millones para dos áreas clave en la Región

«El proyecto Thinkinazul compone uno de los ocho denominados planes complementarios planteados en este «nuevo instrumento dirigido a establecer colaboraciones con las comunidades autónomas en acciones de I+D+I que tengan objetivos comunes basados en intereses reflejados en la Estrategia de Especialización Inteligente (RIS3) estatal y autonómica». Se trata, explican desde la Fundación Séneca, de «crear sinergias, alinear la ejecución de fondos y establecer prioridades comunes». En concreto las ocho áreas seleccionadas en enero de 2021 por el Consejo de Política Científica, Tecnológica y de Innovación son biotecnología aplicada a la salud; ciencias marinas; comunicación cuántica; energía e hidrógeno renovable; agroalimentación; astrofísica y física de altas energías; materiales avanzados, y biodiversidad. El objetivo es conseguir un aprovechamiento de capacidades e infraestructuras singulares, junto con la posible participación de empresas. Cada uno de los programas diseñados tiene una duración de dos o tres años, e implican compromisos de cofinanciación y mecanismos de cogobernanza.

Además de participar en el plan de ciencias marinas, que lidera, la Región de Murcia también está implicada en el de agroalimentación, que en este caso se coordina desde la Comunidad Foral de Navarra. En total, la implicación murciana en ambos planes supone una inversión de 18,6 millones de euros, de los que siete millones son aportados por la Comunidad Autónoma a través de la Fundación Séneca. Actualmente hay un movimiento a nivel europeo dirigido a poder usar todos los datos de que disponen las organizaciones sanitarias y que esa información se convierta en conocimiento», sintetiza la profesora de derecho civil María Belén Andreu.

El propósito es que todos esos datos que se han ido recabando puedan usarse, por ejemplo, aplicando técnicas de ‘big data’, para obtener más información que permita mejorar la prestación que se nos da, o el funcionamiento de los sistemas sanitarios. También «puedan utilizarse para otros fines», añade, como en investigaciones sobre cuestiones sanitarias o para el entrenamiento de la inteligencia artificial. Ante este horizonte, concluye, « es muy importante definir bien esas garantías que hay que aplicar, para que se haga un buen uso de nuestros datos y se respeten nuestros derechos». De paso, «esto puede beneficiar a nuestras instituciones sanitarias». Para lograrlo es preciso «conseguir un equilibrio entre nuestros derechos y el interés general»